LIBROS HISTÓRICOS
En nuestras Biblias bajo el título de “Libros Históricos” se suelen clasificar: Josué, Jueces, I Samuel, II Samuel, I Reyes, II Reyes, I Crónicas, II Crónicas, Esdras, Nehemías, I Macabeos, II Macabeos.
En ella encontramos la manifestación de Dios en los sucesos históricos, como se puede observar en la Biblia para el judío la historia de su pueblo era un caudal religioso y un asunto sagrado, no es la historia por la historia, sino como un importante elemento religioso. Recordemos que para ellos la historia esta en el hueco de la mano de Dios y no existe una historia secular y una historia divina, es una sola y en la cual interviene Dios. Esta posición afecto más o menos a todas sus producciones históricas. Lo anterior se debe a los sacerdotes y a los profetas. Los profetas eran los anunciadores tanto del presente como del futuro, pero cuando la historia del pasado les enseñaba algo, eran ellos quienes la explicaban e interpretaban al pueblo, como es natura siempre lo hicieron en el sentido religioso. También escribieron la historia de las instituciones, ceremonias, y reyes entre otros. También se pude hablar un tipo llamado muy propiamente “Romance Didáctico”, por el carácter de la literatura en la cual se utilizó la ficción como medio de mi imprimir lecciones éticas, patrióticas o religiosas, basándose en acontecimientos históricos. Aparte de los llamados libros históricos, encontramos porciones históricas en el llamado por Tertuliano y Orígenes (160-220; 135-254 d.c.) “Pentateuco “o “tratado de los cinco libros “, como significa la palabra. Otros incluyendo Josué por describe la escena final de la historia del origen de la nación hebrea, se haya dado el nombre de “Hexateuco “o “tratado de seis libros “. HISTORIA DEUTORONOMISTA
En ella encontramos la manifestación de Dios en los sucesos históricos, como se puede observar en la Biblia para el judío la historia de su pueblo era un caudal religioso y un asunto sagrado, no es la historia por la historia, sino como un importante elemento religioso. Recordemos que para ellos la historia esta en el hueco de la mano de Dios y no existe una historia secular y una historia divina, es una sola y en la cual interviene Dios. Esta posición afecto más o menos a todas sus producciones históricas. Lo anterior se debe a los sacerdotes y a los profetas. Los profetas eran los anunciadores tanto del presente como del futuro, pero cuando la historia del pasado les enseñaba algo, eran ellos quienes la explicaban e interpretaban al pueblo, como es natura siempre lo hicieron en el sentido religioso. También escribieron la historia de las instituciones, ceremonias, y reyes entre otros. También se pude hablar un tipo llamado muy propiamente “Romance Didáctico”, por el carácter de la literatura en la cual se utilizó la ficción como medio de mi imprimir lecciones éticas, patrióticas o religiosas, basándose en acontecimientos históricos. Aparte de los llamados libros históricos, encontramos porciones históricas en el llamado por Tertuliano y Orígenes (160-220; 135-254 d.c.) “Pentateuco “o “tratado de los cinco libros “, como significa la palabra. Otros incluyendo Josué por describe la escena final de la historia del origen de la nación hebrea, se haya dado el nombre de “Hexateuco “o “tratado de seis libros “. HISTORIA DEUTORONOMISTA
Los estudiosos de la Biblia hacen otra división –siguiendo naturalmente criterios técnicos- y consideran bajo el título ya conocido de “Historia Deuteronomistas” los siete libros siguientes: Deuteronomio, Josué, Jueces, I y II Samuel y I y II Reyes, libros que el canon hebreo denomina como “profetas anteriores” (los profetas posteriores son Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 24 profetas menores. A través de esa “Historia Deuteronomista” se encuentra una refinada “teología de la historia”, es decir, se emite un juicio a la luz de, los criterios divinos sobre los comportamientos humanos, por la sencilla razón de que para el autor bíblico no hay itinerario humano que no tenga nada que ver con Dios. Teología de la historia. Fue Martín Noth (biblista, 1902-1968) quien en una obra publicada en 1943 (Überlieferungsgeschichtliche Studien) formuló la hipótesis de la llamada “Obra Histórica Deuteronomista”, que ha obtenido vastos consensos en el campo de la crítica bíblica moderna, según este autor, un judío que vivió hacia la mitad del siglo VI a. C., utilizando diversas fuentes, elaboró una historia del pueblo hebreo desde la estancia en el Sinaí hasta la liberación de Joaquín (rey de Judá) en el año 562 a. C. El objetivo de esa gran obra histórica Deuteronomista era la necesidad de explicar teológicamente la caída o ruina de los dos reinos (el reino del norte cayó entre el 722 y el 720 a. C.; el reino del sur sufrió dos exilios, uno en el 597 y el otro definitivo en el 587-586 a. C.). Estas catástrofes nacionales –según el autor bíblico-, no debían ser atribuidas a la debilidad del Dios de Israel, como pensaban los paganos de sus dioses en situaciones semejantes, sino más bien a la voluntad misma de Yahvé que quiso castigar a su pueblo por sus numerosas infidelidades contra la alianza, a pesar de los repetidos llamados a la conversión hechos por los profetas.
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