Por Dania Helena Fernández-Pellón (*)
Movimiento Reformista Judío
El PAPEL DE LA MUJER REFLEJADO EN LAS ESCRITURAS BÍBLICAS.
La Ignorancia y las Personas que reducen a un conjunto de leyes rígidas o de anécdotas antropológicas simplistas a lo largo de los tiempos el papel de la mujer desde el hecho de La Creación, son la causa fundamental que somete a la Mujer a un papel inferior al Hombre.
En la interpretación de los textos bíblicos, El Tanaj o El Pentateuco, no podemos hacer un análisis de las culturas antiguas como si hombres y mujeres de aquellos tiempos tuvieran el pensamiento humanista de la actualidad. El Tanaj y la cultura judía es actualmente parte de la crítica intelectual y moralista de algunos grupos religiosos, esa crítica es aún más perversa en algunos casos si tenemos en cuenta algunas de las alegaciones siguientes:
q La primera, parte de una ignorancia supina y sin rigor, con simples opiniones basadas en prejuicios religiosos utilizando la palabra escrita de El Libro con interpretaciones que provienen de grupos fundamentalistas cristianos y judíos ultra-ortodoxos, en la interpretación de La Torá oral.
q La segunda, más positiva, habla sobre el código moral de La Torá que aportó un ideal de futuro en la cuestión de los sexos y en la visión de la Mujer. Se puede analizar que parte de los contenidos de La Torá respecto a valores acerca del individuo y la comunidad, reglamentos legales en torno al matrimonio, los bienes, convivencia, etc., son similares a las leyes y códigos civiles de los países occidentales en la actualidad. Es concluyente y más avanzado si se compara con otros textos religiosos o filosóficos de los mismos períodos.
En los tiempos Bíblicos la mujer estaba excluida y se consideraba "posesión del hombre." Por esta razón, El Tanaj incluye la protección de la mujer como refiriéndose a la protección de cualquier propiedad material. Como ejemplo tenemos el décimo mandamiento: "no se debe codiciar a la mujer de otro hombre, así como ninguna de sus propiedades."
Aunque también existen ejemplos positivos del trato a la mujer en El Tanaj, las hijas de Zelofehad, donde vemos que las peticiones de las mujeres fueron consideradas y aceptadas por Moisés (Números 27: 1-11). Otras mujeres influyentes en sus familias y sus comunidades son Myriam y Débora. Así como Ruth y Hanna representan modelos de coraje, fuerza y fidelidad.
Las escrituras posbíblicas reflejan a la mujer cada vez más apartada de la vida pública. Si nos referimos a una regla talmúdica que dictamina que las mujeres no están obligadas a realizar ciertos preceptos positivos y que están relacionados con el tiempo, como vivir en la Suká. Aunque estuvieron exentas de mandamientos relacionados con el tiempo (Kidushin: 1:7). La mujer fue excluida de la vida pública, de los estudios y no tenía participación en el Sidur. Muchas de las leyes talmúdicas que mantienen a las mujeres separadas de los hombres en las sinagogas, ya sea en una planta superior o en la parte trasera, se basan en un intento por liberar al hombre de la tentación causada por la presencia de mujeres en los alrededores (Mishná Avot 1:5). Esto la convirtió en un recipiente vacío. Solo podemos destacar algunos preceptos relacionados con el tiempo que tienen que ser realizados por mujeres, como son encender las velas de Jánuka (Talmud Shab 23a) o escuchar la historia de Esther en Purim (Talmud Meg. 4a).
Las leyes que tradicionalmente prohíben a la mujer enseñar, hablar en público o dirigir servicios religiosos fueron dictadas para evitarle a los hombres situaciones embarazosas en las cuales éstos sabían menos que las mujeres (Talmud Meg. 23). Pero a través de los siglos ha habido algunas mujeres que han sido maestras y líderes. Por ejemplo, Beruria, una estudiosa del Talmud del siglo II, tomó decisiones Halájicas. También podemos citar a Imma Shalom, nacida en el año 50 de la era común (Talmud Nedarim 20b). Doña Gracia Méndes, empresaria portuguesa que vivió en el siglo XVI, fue una importante líder de la comunidad sefardí.
Si estudiamos en profundidad la relación entre hombre y mujer como entidad única, vemos que constituye la piedra filosofal de la espiritualidad judía, y es esencial para la redención de la humanidad, que da el sentido a la vida en las enseñanzas que transmite La Torá, La Ley para los judíos.
La Ley y La Mitzvá o preceptos (que significa la interpretación de La Ley, constituye La Torá oral) dados a Moisés en el Monte Sinaí. “Él nos ordenó cumplir La Torá conforme a la Mitzvá”. Razón por la que los Rabinos pueden interpretar La Ley conforme a La Torá escrita. Tenemos como ejemplo La Mishné Torá o Repetición de La Ley, de Maimónides, sabio y erudito Cordobés (1135-1204) desde la Creación del Mundo), que influyó notablemente en otros Rabinos y Sabios, de generaciones posteriores, desde la época en que se compuso El Talmud hasta la actualidad.
El Judaísmo constituye una fuente de conocimiento que propicia el estudio de La Torá, igual para hombres y mujeres, y la aplicación práctica de dichos contenidos. En el judaísmo está inscrita la llamada a la responsabilidad existencial por la propia educación y sin duda una parte fundamental de la educación religiosa judía es la que concierne al tema de los sexos. Explicada en El Tanaj desde La Creación:
..."Y D_os creó al hombre a Su imagen, a semejanza de D_os
lo creó, macho y hembra lo creó”... (Gen. 1,27)
“El día que creó D_os al hombre a imagen de D_os lo hizo, macho y
hembra los creó y los bendijo, y les puso por nombre Adam”, (Gen 5,1-2)
“...Y D_os creó a la mujer...”;”Y fueron una sola carne” (Gen 2,24).
La Torá es un proceso avanzado de estudio, conciencia y aplicación en un constante aprendizaje activo, que se arraiga en el encuentro entre unos y otros para interpretar, ajustar y profundizar en la interpretación y esclarecimiento de la revelación y hacerla descender al orden de lo humano. Como ejemplo podemos destacar que el hecho humanista que incluye a la mujer con un papel activo comenzó con el judío Yeshúa o Jesús de Nazaret en Arameo, ya que fue el primer Rabino que defiende a la mujer con igualdad de derechos dentro de la comunidad judía de su época. El Dr. Mario Javier Sabán en su libro "EL Judaísmo de Jesús," después de un minucioso estudio concluye que Jesús es un Rabino para los judíos. Este libro hace un extenso análisis de la importancia de la mujer en el capítulo 19, por lo que podemos considerar a Yeshúa un digno defensor de los valores más humanos que existen.
Las mujeres tardamos algo más de 5000 años Desde la Creación del Mundo (Calendario Hebreo), en alcanzar y hacer valer nuestros derechos. Motivado por cambios en las corrientes del Judaísmo de la Reforma, nacido en la Alemania del Siglo XIX. En la actualidad dentro del Movimiento Reformista existen mujeres ordenadas Rabino llamadas Rabaniots. También dentro de la corriente Ortodoxa vemos ejemplos de mujeres como la Teóloga Ethel Katz Barylka que reside en Israel y desarrolla la Teología Feminista, también colabora con la red cultural Tarbut Sefarad en Barcelona.