Cuando dos años atrás se publicó “La Matriz Intelectual del Judaísmo y la Génesis de Europa”, debido a su extensión de la obra, con más de 700 páginas, se tuvo que suprimir la segunda parte del trabajo de investigación, donde el autor realizaba la primera reconstrucción cronológica del pensamiento judío. Sin embargo, ese inconveniente ha acabado siendo positivo ya que, en los últimos dos años, Mario Saban ha ido agregando más y más información. Surge, de este modo, el libro que se presenta este mes de julio de 2007: “La Cronología del Pensamiento judío”.
Resulta siempre tarea complicada recomponer en nuestra mente los 3300 años de la historia judía, a partir de la Ley de Moisés. Además, la situación particular del judaísmo, poseedor de una historia tan dilatada, lleva al lector a una cierta confusión cronológica de las etapas del desarrollo histórico.
Esta obra viene a llenar un vacío, intenta solucionar un problema. Y, efectivamente, logra resolverlo, porque Mario Javier Saban realiza un estudio, año a año, de cada una de los obras de todos los pensadores y rabinos más importantes de todos los tiempos.
Cuando el lector llega al final de la obra se pregunta: ¿Cuánto realmente conocemos de nuestro judaísmo? Somos judíos genealógicos o litúrgicamente mecánicos; sin embargo, nos falta lo esencial, el conocimiento de tantas miles de obras que el pensamiento hebreo ha producido en los últimos siglos.
Esta obra es de gran utilidad para maestros, pensadores, educadores, escritores, alumnos y para los lectores apasionados por la historia judía, porque en ella podemos encontrar obras que creíamos que no existían, y conoceremos cómo el pensamiento judío en la diáspora se ha ido moviendo de un centro cultural hacia otro.
Veremos cómo, durante los siglos XI y XIV, los pensadores franceses y españoles son los que llevan la iniciativa; veremos, como después del siglo XVI, se crean nuevos centros culturales en Polonia, Holanda, Italia y Marruecos. En el siglo XVIII vemos aparecer la fuerte cultura jasídica de Ucrania, el iluminismo alemán y el talmudismo ilustrado de Lituania. A partir del siglo XX, los centros culturales del judaísmo en Francia, la ex Unión Soviética, Argentina, Estados Unidos e Israel, toman la delantera.
El libro sugiere una definición de ¿Quién es judío? ¿Los intelectuales convertidos al cristianismo son judíos? Nacieron judíos halájicamente por ser hijos de madre judía; sin embargo, muchos de ellos no se sintieron judíos plenos. Otros también nacieron judíos, pero escribieron en su calidad de “ateos declarados”. Otros también nacieron judíos y se declararon “agnósticos” toda la vida. En síntesis, el problema de ¿quién es judío? representa todo un tema a la hora de saber si una obra es o no es judía. Existen también libros cuyo contenido es “judío” pero de autores cristianos. Sin embargo, estas obras se omiten, porque la idea central es mostrar las obras sobre el “judaísmo” de autores judíos. El siglo XIX presenta una nueva dificultad, ya que comienzan a aparecer muchos judíos que no escriben en forma directa sobre el judaísmo. En estos autores se puede ver, de todas formas, dentro de sus creaciones, esa influencia de la “mentalidad judía”. Cuando Kafka está escribiendo literatura profana, simultáneamente está demostrando una cierta peculiaridad del judaísmo moderno.
Podemos decir que Mario Javier Saban, con esta novena obra, ha demostrado su calidad de investigador y profundo conocedor del pasado judío universal y se encuentra, sin lugar a dudas, en una categoría similar a la de un hombre como Dubnow, Dujovne o Geiger.
En 1110, en Córdoba, nació una estrella de las letras hispano judías, el erudito Abraham haLevi ben David (ibn Daud), que dedicó parte de su vida a relatar de forma minuciosa la historia de las generaciones precedentes y de la suya propia.
La invasión de los Almohades le obligó a huir de la España mora y pasar a la cristiana, a Toledo, donde acabó sus días en el año 1180 de la era común, muriendo mártir, ahorcado al Kidush Hashem, porque el rey de España le quiso obligar a renegar de su religión, y no pudiendo lograr de él su intento, mandó que lo colgasen.
La obra maestra de Abraham haLevi ibn Daud es el Sefer ha-Qabbalah, o Libro de la Tradición, que escribió alrededor de 1160, en el que aborda toda la historia de Nuestro Pueblo en diversos capítulos, iniciándolo con el primer hombre, Adam, siguiendo por toda la cadena de transmisión de Moshé, Yehoshua, los Jueces, los miembros de la Gran Asamblea, terminando con Zorobabel. Narra las sucesivas invasiones de Nabucodonosor, continúa con el Segundo Templo empezando por Simón ha-Tsadik. Relata la historia de los Jashmonaim y la caída del Segundo Templo, después de lo cual, retoma la historia iniciada por Rabí Yojanán Ben Zakkay y sigue con los Tanaím, los Amoraím, los Saboraím y los Guehonim, terminando con los maestros andaluces y el capítulo de la leyenda de los cuatro sabios cautivos.
La obra de Abraham haLevi ibn Daud fue un hito en la historia del Pueblo Judío y sin su Sefer ha-Qabbalah muchos aspectos de la misma habrían quedado ignorados.
El doctor Mario Saban es el Abraham haLevi ibn Daud del Siglo XXI, él ha recogido los nombres, las fechas, las tradiciones de Nuestro Pueblo, continuando la ingente obra del eximio Rabí Abraham. El mérito de nuestro joven doctor es extraordinario porque ha investigado durante años y años, y a mí me consta así, la historia del Pueblo Judío y la de los principales personajes que han dado lustre y loor a nuestra vida intelectual. Su esfuerzo por recapitular todos y cuantos grandes, medianos y pequeños maestros destacaron en sus obras hasta nuestros días, pasando por ellas y comentándolas, es una obra de titanes.
No solamente se adentra en el Judaísmo sefardí nombrando y analizando la obra de tantos y tantos rabinos, escritores y jueces de los siglos XVII y XVIII de los que hasta ahora poco se conocía y poco se había investigado y escrito, sino que también se introduce en la profunda obra de los rabinos, escritores y pensadores del Judaísmo ashkenazí.
Mario Saban merece un puesto entre los grandes, pues su obra marca un hito y sirve para que, a partir de este momento, todos los eruditos tengan un libro de consulta sobre el “quién es quién” en la historia de los rabinos, filósofos y doctores en humanidades de Nuestro Pueblo.
El Aula Magna del IEI, en la ciudad de Lleida, acogió el miércoles 19 de septiembre de 2007 la presentación de esta obra, que es la segunda parte de “La matriz intelectual del judaísmo y la génesis de Europa”. En su intervención, Joan Busqueta destacó el esfuerzo intelectual y el crecimiento personal a través del conocimiento, como características esenciales del pueblo judío. “El pueblo judío es creativo, tiene que crear continuamente para subsistir como pueblo y nos enseña, a los catalanes, que la cultura es un elemento clave de subsistencia para los pueblos sin estado”, afirmó el historiador catalán.
Bibliografía del Dr. Saban y otros autores: Editorial Saban
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