Los israelitas vivían principalmente como una comunidad agrícola, por lo cual su trabajo se relacionaba básicamente con la agricultura, o con algún tipo de trabajo manual artesano domestico común.
Había cuatro tipos de trabajos básicos en la época de Jesús que eran llevados a cabo por la gente sencilla:
Agricultura: Era la ocupación más importante. Cuando las lluvias tempranas del otoño suavizaban la tierra se hacían eras con un sencillo arado de madera tirado por un buey. La semilla se esparcía a mano y las lluvias tardías de la primavera producían la cosecha.
Para cosechar se arrancaba la planta de cuajo, o si no, se cortaban los tallos con una hoz de madera en cuyo filo había aristas cortantes. Se llevaba el grano a un piso duro de tierra nivelada, llamado desgranador, en donde por las pisadas de los bueyes se separaba el grano de la paja.
Cuando soplaba la brisa de la tarde se aventaba el grano con un gran tridente. El viento se llevaba la paja liviana, que posteriormente era recogida y amarrada para servir de combustible en los hornos caseros. Se finalizaba la tarea mediante el uso de una pala, que también removía el polvo. Luego el grano puro se medía y se empacaba para su uso o venta.
Otras cosechas importantes eran las uvas, las aceitunas y los higos. Las uvas se pisaban en un lagar y se fermentaba el jugo para preservarlo y elaborar posteriormente el vino. Las aceitunas se majaban también para elaborar el aceite, elemento indispensable para la cocina, las lámparas, la medicina y la limpieza.
Pesca: En tiempos del Antiguo Testamento se pescaba poco y, además, los israelitas no eran buenos marineros, de manera que la pesca se limitaba a unos pocos ríos y lagos, en especial el lago de Galilea.
Pero ya en tiempos de Jesús florecía la industria pesquera en Galilea. En el lago abundaba la pesca, de tal manera que era posible atrapar los peces con solo lanzar un círculo con pesas, o bien una red desde la ribera y luego recogerla hacia la playa. El procedimiento más corriente era el de suspender entre dos barcas una red barredera con pesas abajo y corchos por encima, atrapando así el pescado en un círculo de redes en medio del lago, o si no arrastrándolo hacia la playa para atraparlos en los bajíos. Parte de la pesca se vendía enseguida y el resto se salaba para su conservación.
También se pescaba con arpón y aún con canas y cuerdas. La tarea podía ser peligrosa porque a menudo se levantaban tormentas sin previo aviso, las cuales eran causadas, la mayoría de las veces, por los vientos fríos que bajaban de las laderas nevadas del Monte Hermón, o en otras ocasiones por las corrientes de agua caliente provenientes del lago, que se mezclaban con el aire fresco que cruzaba las colinas cercanas al Mediterráneo.
Pastoreo: Desde los primeros tiempos el trabajo de pastoreo era también muy importante. Como el pastor tenía que alimentar y también proteger a su rebaño, viajaba largas distancias, especialmente durante el caluroso verano.
Todas las noches debía contar el rebaño y se acostaba en la puerta del corral, a la que denominaban la puerta de las ovejas. Debía mantener una vigilancia constante por razón de los animales salvajes que aparecían en los bosques del Valle del Jordán, especialmente chacales y leones.
El pastor normalmente tenía a su cargo un rebaño mixto de cabras y ovejas. A las cabras tenía que arrearlas, pero las ovejas iban detrás del pastor. Tanto la lana como el pelo de la cabra se usaban para fabricar ropa. Además las cabras también daban leche, y juntamente con el queso y la carne, tanto de ovejas como de cabras, se convirtió en una importante fuente de ingresos para el pastor.
Artesanía: Aún en tiempos primitivos se practicaba todo tipo de artesanía doméstica.
El carpintero fabricaba y reparaba implementos agrícolas tales como arados, rastrillos y desgranadores, y también elaboraba los muebles básicos del hogar. Pero había poca madera, ya que no abundaban los árboles en aquella zona.
El albañil sacaba la piedra caliza que constituye la base del suelo de Palestina, dándole la forma necesaria para las construcciones.
El alfarero usaba la arcilla para crear utensilios caseros, para lo cual empleaba un torno manual o que funcionaba con los pies, y un horno primitivo.
El curtidor también tenía una ocupación importante, pero trabajaba fuera del pueblo, junto a algún rio, por motivo del olor. Allí elaboraba sandalias, cinturones y también los odres de cuero de cabra que se usaban para transportar agua, vino o aceite.
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