Sirat, delgado como un cabello, debe ser atravesado para acceder al Paraíso, y aquel que caiga en dicho trayecto irá a parar a las llamas del infierno. En la parte del libro correspondiente a la Noche (493) se habla de un edificio de siete pisos, separados uno de otro por una distancia de mil años. El primero, que es el único que se describe, está destinado a los que murieron sin arrepentirse de sus pecados y en él hay montañas y ciudades de fuego, a la vez que contienen castillos de fuego con lechos de fuego en los que se practican las torturas, todo en número de setenta mil. Barzaj. Es el lugar, período o secuencia de trámites por los que el alma espera el Juicio Final, en lo que Mahoma describe como las peores horas de la vida de un hombre. Para el islam existe también el Araf, un alto muro o barrera en el que esperan los que han conseguido escapar del infierno, pero que no han sido autorizados aún a entrar en el cielo.
El islam prevé el Juicio Final para todos los creyentes en Alá y en su profeta Mahoma, y varias referencias al fuego del infierno existen en su libro sagrado, el Corán. Durante su vida, la persona tiene siempre dos ángeles junto a ella, uno a cada lado, y mientras el de la derecha anota las buenas acciones de la persona, el de la izquierda anota las malas.
A la hora de su muerte cada persona será juzgada de acuerdo al contenido de ambos libros. El puente
Como en la teología católica, en el islam existe un concepto similar al del purgatorio: el
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