http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1684 ver articulo sobre juicio a Jesús
Caifás exige que Jesús diga claramente si era Hijo de Dios, y aquí los evangelistas no se ponen de acuerdo en la respuesta, ya que según Marcos, Jesús responde: “Si yo soy”; según Mateo la respuesta es: tú lo has dicho, y según Lucas respondió: “Vosotros los decis: Yo soy”.
Tras el interrogatorio Jesús es acusado de querer destruir el templo, decir ser hijo de Dios y ser rey de los judíos. Para los romano solo el tercer argumento es merecedor de la pena de muerte, las demás acusaciones son disputas religiosas entre los judíos en las que los romanos no quieren entrar, ya que saben que tras invadir un pueblo hay que respetar su religión o religiones si se quiere mantener la estabilidad entre la población. Que fue para los romano un juicio menor y asunto sin trascendencia para ellos es evidencia en que no se procedió a escribir nada sobre el interrogatorio que realizo Poncio Pilatos o Herodes. Si hoy dispusiéramos de algún momento escrito sobre este juicio muchas dudas y recelos sobre los hechos que acontecieron a la cruxificion estarían resuelto, pero una vez mas, las pruebas históricas carecen de un testimonio palpable.
Como bien dice Marcos, Jesús es dejado solo, es abandonado y nadie acude a declarar a favor de él o pedir clemencia. Nadie acude al juicio, ni sus discípulos que tanto fervor le tenían, ni sus hermanos o hermanas, ni aquellos a quien había curado o había resucitado, pero si hubo falsos testigos preparados por los opositores religiosos de Jesús.
Es indudable que había miedo, pese a las promesas de Jesús de otra vida y de un mas allá donde serian recompensados por Dios, sus seguidores tienen miedo, tienen miedo de acudir al juicio y ser condenados como él. Un miedo terrible aterra a sus seguidores hasta el punto que no aparecen en el recorrido en que transporta la cruz, no suben al Gólgota, tienen miedo a ser detenidos y se ocultan en sus casas. Todo el proceso se convierte en el juicio de los cobardes.
Tras el interrogatorio Jesús es acusado de querer destruir el templo, decir ser hijo de Dios y ser rey de los judíos. Para los romano solo el tercer argumento es merecedor de la pena de muerte, las demás acusaciones son disputas religiosas entre los judíos en las que los romanos no quieren entrar, ya que saben que tras invadir un pueblo hay que respetar su religión o religiones si se quiere mantener la estabilidad entre la población. Que fue para los romano un juicio menor y asunto sin trascendencia para ellos es evidencia en que no se procedió a escribir nada sobre el interrogatorio que realizo Poncio Pilatos o Herodes. Si hoy dispusiéramos de algún momento escrito sobre este juicio muchas dudas y recelos sobre los hechos que acontecieron a la cruxificion estarían resuelto, pero una vez mas, las pruebas históricas carecen de un testimonio palpable.
Como bien dice Marcos, Jesús es dejado solo, es abandonado y nadie acude a declarar a favor de él o pedir clemencia. Nadie acude al juicio, ni sus discípulos que tanto fervor le tenían, ni sus hermanos o hermanas, ni aquellos a quien había curado o había resucitado, pero si hubo falsos testigos preparados por los opositores religiosos de Jesús.
Es indudable que había miedo, pese a las promesas de Jesús de otra vida y de un mas allá donde serian recompensados por Dios, sus seguidores tienen miedo, tienen miedo de acudir al juicio y ser condenados como él. Un miedo terrible aterra a sus seguidores hasta el punto que no aparecen en el recorrido en que transporta la cruz, no suben al Gólgota, tienen miedo a ser detenidos y se ocultan en sus casas. Todo el proceso se convierte en el juicio de los cobardes.
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