Sólo Juan explica que Jesús carga con la cruz hasta el Gólgota: “Y él cargando su cruz, salio al lugar llamado de la Calaver, y en hebro, Golgota” [Jn. 19:18]. Todo parece indicar que es más creíble que alguien ayudase a Jesús a llevar la cruz, ya que es difícil pensar que después de haber sido flagelado, le quedase fuerza para poder transportarla. Algunos estudiosos piensan que los soldados llevaron a Jesús, mientras Simón transportaba la cruz, ya que el verbo griego pherein significa llevar. Lo que se deduce de este recorrido es que ninguno de sus seguidores, hermanos o discípulos parecen acompañarle y estar dispuestos a ayudarlo en el camino. Finalmente fue crucificado en el Gólgota.
CRUCIFIXION
La crucifixión era el método de ejecución más despiadado que empleaban los romanos, reservado solo para esclavos y criminales. Consistía en fijar el reo a una cruz, atando sus manos y pies o de manera más cruel, traspasándolos con clavos. Los griegos y los romanos le añadieron al madero original, uno transversal llamado patibulum. Aunque los judíos no ejercían esta práctica, sabían que era colgar a alguien de un madero y la maldición especial que tenía, Dt. 21:22,23 Ahora veamos en que consistía realmente la crucifixión. Esta se dividía en dos partes: la pequeña muerte y la gran muerte. LA PEQUEÑA MUERTE: consistía en flagelar con azotes al reo antes de crucificarlo. Era llamada así por los romanos, pues los azotes a veces producían la muerte. El reo era maniatado a un poste y el verdugo le propinaba 39 latigazos, con un látigo de varias cuerdas que tenía pedazos de hueso y metal, arrancándole fragmentos de músculos, nervios y huesos, causándole indecible dolores. Seguidamente la víctima era forzada a llevar el madero hasta el lugar de ejecución.
LA GRAN MUERTE
Es la crucifixión propiamente dicha, cuyo fin era producir una muerte lenta. El sufrimiento de Jesús, sumado a la vergüenza y escarnio público, fueron tales que sólo duró seis horas en la cruz. Según el Salmo 22, el Señor Jesucristo atravesó por ocho tormentos, veamos:
- 1. Los clavos: “ me han traspasados las manos y los pies “. Sal.22,16. Los soldados romanos fijaron a Jesús en la cruz utilizando clavos de 12 cm. De largo y 2cm. de espesor.
- 2. El sedil : Soporte de madera que tenía la forma y el tamaño de un cuerno de rinoceronte, el cual se fijaba en el madero , y servia para sostener el torax del crucificado a manera de asiento: Tal objeto cavaba profundamente en los genitales, produciendo indecibles dolores.
- 3. Descoyuntamiento de las articulaciones. Sal. 22,14. El golpe seco que se produjo al levantar la cruz sobre un orificio cavado en tierra causó tal sacudimiento del cuerpo de Jesús, que sus huesos se descoyuntaron.
- 4. Endurecimiento de las articulaciones: La posición incomoda, el peso del cuerpo y el afán de dar descanso a brazos y piernas, producían endurecimiento en las articulaciones por el desecamiento del líquido articular, le generaba terribles calambres.
- 5. Sed extrema: Generada por la deshidratación debido a la perdida de sangre y el ardiente sol. “ Se ha secado mi vigor como una; la lengua se me pega al paladar “ Sal. 22,15. Jesús estuvo colgado 6 horas en la cruz y durante 3 horas recibió rayos solares que caen con más intensidad. 6. Infección de las heridas: los mosquitos, moscas y otros insectos invadían las llagas, originando infecciones tales como tétano, tifus entre otros. 7. Corazón destrozado por la lanza: “ Mi corazón fue como cera derritiéndose en medio de mis entrañas “. Sal. 22,14. 8. Tortura de las corneas: Jesucristo fue crucificado de cara al sol y los rayos aunque apretaba los ojos los rayos penetraban sus ojos.