Juan, que es quien más difiere con los otros evangelistas destaca que se utiliza aquel sepulcro porque estaba cerca: “Allí pues, por causa de la preparación de la pascua de lo judíos y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús” ” [Jn. 19: 42]. Es decir, se quiere retirar los cadáveres por causa de la preparación de la pascua judía, y se elige aquel sepulcro porque esta cercano. Según la tradición, el sepulcro se hallaba en un jardín y se cerraba con un piedra redonda. Este comprendía una cámara sepulcral con entrada baja; en la misma había excavada en la pared un nicho, donde según Juan se coloco el cadáver de Jesús, descripción que realiza cuando fueron a buscar el cuerpo. “Y bajando a mirar, vio lo lienzos puestos allí, pero no entro. Luego llego Simón Pedro tras el y entro en el sepulcro y vio los lienzos puestos allí y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte” ” [Jn. 20: 5 y sig]. Con toda seguridad delante de la cámara sepulcral había una antesala abierta. Al construir la tercera muralla de Jerusalén este sepulcro y todo el Gólgota quedo incluido en el recinto urbano. Adriano, en el año 135 d.C., hizo construir allí el foro y capitolio, pero más tarde Constantino Eligió este lugar par la iglesia de la Resurrección. Así, todo parece indicar que le lugar donde hoy se encuentra el Santo Sepulcro, es tradicionalmente donde Arimatea tenia su sepulcro.
Mujeres testigas de su sepultura
Mateo destaca que Maria Magdalena, y la otra Maria, estaban sentadas delante del sepulcro, cuando Arimatea hizo rodad la losa y lo cerro, de lo que se desprende que no entraron en su interior para ayudarle en la limpieza del cuerpo de Jesús. Marcos especifica que: “Y Maria Magdalena y Maria madre de José miraban donde lo ponía” ” [Mc. 15:47]. Es decir, que siguieron a Arimatea para conocer el lugar donde coloco el cuerpo de Jesús. Lucas da a entender que participan ya que detalla: “Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro y como fue puesto su cuerpo... y vueltas prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme el mandamiento” ” [Lc. 23: 55-56]. Este fragmento de Lucas da a entender que entraron, ya que especifica que no solo vieron el sepulcro, sino que vieron “como fue puesto su cuerpo”. Recordemos que el sepulcro es grande y tiene una antesala, por tanto debieron penetrar para ver donde se depositaba el cuerpo. Por otra parte preparar especies aromáticas y ungüentos, sin duda son para el cuerpo de Jesús.
Mujeres testigas de su sepultura
Mateo destaca que Maria Magdalena, y la otra Maria, estaban sentadas delante del sepulcro, cuando Arimatea hizo rodad la losa y lo cerro, de lo que se desprende que no entraron en su interior para ayudarle en la limpieza del cuerpo de Jesús. Marcos especifica que: “Y Maria Magdalena y Maria madre de José miraban donde lo ponía” ” [Mc. 15:47]. Es decir, que siguieron a Arimatea para conocer el lugar donde coloco el cuerpo de Jesús. Lucas da a entender que participan ya que detalla: “Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro y como fue puesto su cuerpo... y vueltas prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme el mandamiento” ” [Lc. 23: 55-56]. Este fragmento de Lucas da a entender que entraron, ya que especifica que no solo vieron el sepulcro, sino que vieron “como fue puesto su cuerpo”. Recordemos que el sepulcro es grande y tiene una antesala, por tanto debieron penetrar para ver donde se depositaba el cuerpo. Por otra parte preparar especies aromáticas y ungüentos, sin duda son para el cuerpo de Jesús.
Juan cuando describe el entierro de Jesús
habla en plural, dando a entender que son varios los que participan en su lavado y lo envuelven en lienzos: “Tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos...” ” [Jn. 19: 40]. Es evidente que se refiere a varias personas que participan, pero Juan no menciona a nadie mas, a excepción de Nicodemo. Así no hay mención a la presencia de mujeres, ni fuera ni dentro del sepulcro.