Msudario explicando que José de Arimatea lo utilizo. “Y tomado José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia” Mt. 27:59 ]. Marcos también lo menciona: «el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana [Mc. 15:46]; Por su parte Lucas explica: también tras la resurrección de Jesús se menciona esta sábana o sudario que aparece en el sepulcro vació: [Jn. 20:5 y sig].
Todas estas versiones del Nuevo Testamento indican que Jesús fue envuelto en una sábana o en un lienzo como era costumbre en la época, pero nada hablan de que su cuerpo quedase marcado en ella.
El Sudario de Turín donde se aprecia la figura de un hombre que ha sido ajusticiado tiene una relativa antigüedad histórica, los antecedentes más lejanos se remontan al año 1389, pero carecen de rigor histórico. El Sudario de Turín mide 4.36 metros de largo por 1.11 de ancho, y muestra trazas de arrugas y quemaduras, estas ultimas posiblemente producidas por el incendio de la Santa Capilla de Chambery en 1532.
La historia de los antecedentes del Sudario de Turín describen que el Papa Gregorio II, en el año 726, habla de un sudario con una imagen que no estaba elaborada por la mano del hombre, y en el año 769, en el sínodo de Letrán se evoca su imagen milagrosa, aunque no se mencionan las marcas del cuerpo.
Este sudario aparece mas tarde en Constantinopla donde se expone hasta que la ciudad es saqueada el 12 de Abril de 1204 por los cruzados. Nuevamente el sudario sufre una desaparición hasta que aparece nuevamente en 1357 en Lirey (Francia). Desde esta población pasa a Turín, Milán, Niza y regresa nuevamente a Turín.
Sin embargo, no fue hasta 1898 que cobro la importancia y popularidad que lo caracteriza. Esto sucede cuando Secundo Pía realizó un cliché del manto, un negativo fotográfico, que restituyo el positivo deteriorado y se pudo apreciar la imagen de un hombre. El descubrimiento fue tan importante que la Iglesia decidió aprovechar este hecho y realizo varios congresos internacionales para poder estudiar con detenimiento esta sábana. Una serie de congresos que se realizaron en Roma, Turín y Alburquerque. Incluso se fundo STURP (Shroud of Turín Research Project) y se realizaron mas de tres mil fotografías del sudario. Lo extraño es como conservo esta imagen, ya que tal como explican los evangelios el cadáver había sido lavado y purificado, por lo que todas las señales habrían desaparecido, especialmente las manchas de sangre.
Los problemas sobre la autenticidad de este sudario, especialmente sobre la época, se produjeron cuando en 1988 se sometió a la prueba del carbono 14, que revelo que su origen, lo más tardío, había que ubicarlo en la Edad Media, según la prestigiosa revista Nature el sudario era de 1260, 1312,1353 o 1384, pero nunca de la época en la que vivió Jesús. Este hecho consterna a la Iglesia Católica que no acepto el veredicto científico, y decidió realizar un nuevo congreso en Paris donde se creó CIELT (Centre Internacional d´etudes sur le Linceul de Turín). En este congreso se alegó que el sistema de datación que habían realizado los expertos no había tenido en cuenta las reparaciones realizadas en la sábana a través de los años, y que se había utilizado los extremos de este para hacer la prueba de carbono 14, y estos extremos podían ser añadiduras recientes. Indudablemente la prueba del carbono 14 no se había realizado en el centro del lienzo, ya que ello hubiera significado la destrucción de la imagen que aparecía en él. La autenticidad de este lienzo y su imagen quedaba en entredicho por la ciencia, pero la Iglesia siguió manteniendo que se trataba de una imagen autentica de Jesús, para ello se basó en bacterias y hongos encontrados en el mismo; el algodón de su elaboración, una variante cultivada en Oriente Medioen el siglo VII a. C.; y sus dimensiones, ocho codos, unas dimensiones judías y típicas de Palestina en la época de Cristo.
La Sabana Santa revela que la imagen que aparece en ella no esta pintada, sino que se trata de una impresión dejada por el cadáver de un hombre. Un estudio realizado por la NASA, revela que los ojos del muerto fueron tapados, como era costumbre por dos monedas, y estas eran monedas romanas de la época de Jesús. También revela que el hombre al que envolvió murió desprendiendo sangre, y que recibió 120 golpes. La sangre es autentica y pertenece al grupo AB, y el cadáver estuvo poco tiempo en el manto. Por la sangre se sabe que llevaba una corona de espinas, que fue atravesado por una lanza y que murió crucificado. Hay que destacar que en aquella época este tipo de muertes era corrientes, también cabe la posibilidad de que una reconstrucción posterior de la muerte de Jesús, con un crucificado y todos los detalles señalados, hubiera sido realizada para crear una falsificación de la Sábana en la Edad Media, una posibilidad que no se debe descartar en una época en la que se realizaron tantos falsos milagros para conseguir embaucar a los creyentes. Cabe la posibilidad que esta Sábana sea como los 32 clavos de la cruz que proliferan por las iglesias o las 147 espinas de la corona o los fragmentos de la cruz que se exhiben o los prepucios del niño Jesús, toda una serie de elementos que la Iglesia ha defendido como auténticos a lo largo de los años.
La Sábana podía haber sido sometida a mas investigaciones científicas pero la Iglesia de Roma se negó, y el 11 de abril de 1997, estuvo a punto de quemarse en un sospechoso incendio intencionado con cuatro focos distintos. A partir de ese momento es custodiada y guardada escrupulosamente, solo expuesta nuevamente al publico en agosto del año 2000, durante la XV Jornada Mundial de la Juventud. ateo hace referencia a este
Todas estas versiones del Nuevo Testamento indican que Jesús fue envuelto en una sábana o en un lienzo como era costumbre en la época, pero nada hablan de que su cuerpo quedase marcado en ella.
El Sudario de Turín donde se aprecia la figura de un hombre que ha sido ajusticiado tiene una relativa antigüedad histórica, los antecedentes más lejanos se remontan al año 1389, pero carecen de rigor histórico. El Sudario de Turín mide 4.36 metros de largo por 1.11 de ancho, y muestra trazas de arrugas y quemaduras, estas ultimas posiblemente producidas por el incendio de la Santa Capilla de Chambery en 1532.
La historia de los antecedentes del Sudario de Turín describen que el Papa Gregorio II, en el año 726, habla de un sudario con una imagen que no estaba elaborada por la mano del hombre, y en el año 769, en el sínodo de Letrán se evoca su imagen milagrosa, aunque no se mencionan las marcas del cuerpo.
Este sudario aparece mas tarde en Constantinopla donde se expone hasta que la ciudad es saqueada el 12 de Abril de 1204 por los cruzados. Nuevamente el sudario sufre una desaparición hasta que aparece nuevamente en 1357 en Lirey (Francia). Desde esta población pasa a Turín, Milán, Niza y regresa nuevamente a Turín.
Sin embargo, no fue hasta 1898 que cobro la importancia y popularidad que lo caracteriza. Esto sucede cuando Secundo Pía realizó un cliché del manto, un negativo fotográfico, que restituyo el positivo deteriorado y se pudo apreciar la imagen de un hombre. El descubrimiento fue tan importante que la Iglesia decidió aprovechar este hecho y realizo varios congresos internacionales para poder estudiar con detenimiento esta sábana. Una serie de congresos que se realizaron en Roma, Turín y Alburquerque. Incluso se fundo STURP (Shroud of Turín Research Project) y se realizaron mas de tres mil fotografías del sudario. Lo extraño es como conservo esta imagen, ya que tal como explican los evangelios el cadáver había sido lavado y purificado, por lo que todas las señales habrían desaparecido, especialmente las manchas de sangre.
Los problemas sobre la autenticidad de este sudario, especialmente sobre la época, se produjeron cuando en 1988 se sometió a la prueba del carbono 14, que revelo que su origen, lo más tardío, había que ubicarlo en la Edad Media, según la prestigiosa revista Nature el sudario era de 1260, 1312,1353 o 1384, pero nunca de la época en la que vivió Jesús. Este hecho consterna a la Iglesia Católica que no acepto el veredicto científico, y decidió realizar un nuevo congreso en Paris donde se creó CIELT (Centre Internacional d´etudes sur le Linceul de Turín). En este congreso se alegó que el sistema de datación que habían realizado los expertos no había tenido en cuenta las reparaciones realizadas en la sábana a través de los años, y que se había utilizado los extremos de este para hacer la prueba de carbono 14, y estos extremos podían ser añadiduras recientes. Indudablemente la prueba del carbono 14 no se había realizado en el centro del lienzo, ya que ello hubiera significado la destrucción de la imagen que aparecía en él. La autenticidad de este lienzo y su imagen quedaba en entredicho por la ciencia, pero la Iglesia siguió manteniendo que se trataba de una imagen autentica de Jesús, para ello se basó en bacterias y hongos encontrados en el mismo; el algodón de su elaboración, una variante cultivada en Oriente Medioen el siglo VII a. C.; y sus dimensiones, ocho codos, unas dimensiones judías y típicas de Palestina en la época de Cristo.
La Sabana Santa revela que la imagen que aparece en ella no esta pintada, sino que se trata de una impresión dejada por el cadáver de un hombre. Un estudio realizado por la NASA, revela que los ojos del muerto fueron tapados, como era costumbre por dos monedas, y estas eran monedas romanas de la época de Jesús. También revela que el hombre al que envolvió murió desprendiendo sangre, y que recibió 120 golpes. La sangre es autentica y pertenece al grupo AB, y el cadáver estuvo poco tiempo en el manto. Por la sangre se sabe que llevaba una corona de espinas, que fue atravesado por una lanza y que murió crucificado. Hay que destacar que en aquella época este tipo de muertes era corrientes, también cabe la posibilidad de que una reconstrucción posterior de la muerte de Jesús, con un crucificado y todos los detalles señalados, hubiera sido realizada para crear una falsificación de la Sábana en la Edad Media, una posibilidad que no se debe descartar en una época en la que se realizaron tantos falsos milagros para conseguir embaucar a los creyentes. Cabe la posibilidad que esta Sábana sea como los 32 clavos de la cruz que proliferan por las iglesias o las 147 espinas de la corona o los fragmentos de la cruz que se exhiben o los prepucios del niño Jesús, toda una serie de elementos que la Iglesia ha defendido como auténticos a lo largo de los años.
La Sábana podía haber sido sometida a mas investigaciones científicas pero la Iglesia de Roma se negó, y el 11 de abril de 1997, estuvo a punto de quemarse en un sospechoso incendio intencionado con cuatro focos distintos. A partir de ese momento es custodiada y guardada escrupulosamente, solo expuesta nuevamente al publico en agosto del año 2000, durante la XV Jornada Mundial de la Juventud. ateo hace referencia a este
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